INTRODUCCIÓN
La emigración en España ha
sufrido una importante trasformación a lo largo de lo siglos. Ha pasado de ser
una sociedad de emigrantes a ser una sociedad de inmigrantes y en los últimos
años de este siglo por la situación económica vuelve a producirse una mayor
emigración. Desde finales del siglo XIX y principios del XX , muchos españoles
emigraron a otros países debido a la situación económica y/o política por la
que estaba atravesando el país. Sin embargo desde los años 80 se puede observar
como España se ha convertido en un destino para buscar trabajo y lograr un
mejor nivel de vida, atrayendo no solo a nuevos pobladores, sino también a
españoles que habían emigrado anteriormente.
El mayor número de emigrantes
españoles se produce durante los años 60, siendo los destinos preferentes los
países del centro y norte de Europa y también Argentina. Durante esta época el
2,5 % de la población española emigra a países extranjeros A partir de los años
70 este porcentaje disminuye y desde mediados de los 80 el mercado laboral
español ofrece mayores posibilidades por el desarrollo de la economía lo que
influye para que comience a convertirse en uno de los principales destinos para
una cantidad importante de población africana y latinoamericana.
También España lleva varias
décadas siendo uno de los países de destino preferidos para ciudadanos del
norte y oeste de Europa, especialmente para personas jubiladas así como también está la llegada a España de
cierto número de latinoamericanos como exiliados políticos, aunque estas
personas nunca se consideraron auténticamente inmigrantes.
Actualmente debido a la crisis económica en
España está aumentando el número de personas que buscan trabajo en otros países
europeos y latinoamericanos, con la característica de una gran formación, lo
que implica la exportación de personal altamente cualificado que no encuentra
empleo en España.
EMIGRACIÓN
Podemos distinguir tres periodos
principales dentro de la historia de España como emisor de emigrantes:
Entre 1830 y 1945: Esta época se
caracterizó a nivel mundial por la libre circulación de la mano de obra. Esto
facilitó el desplazamiento de más de 50 millones de europeos a otros
continentes. A este periodo se le conoce como las migraciones en masa.
Los españoles escogieron América
latina. La emigración masiva española se produce hacia el Caribe sobre todo en
1860. Se trata de una emigración de carácter familiar procedente de Castilla y
León sobre todo a países como cuba, Brasil y Venezuela. Era un movimiento
migratorio regulado, aunque también muchos españoles emigraron ilegalmente a
los campos de café de Brasil, a la construcción del canal de Panamá o a las
plantaciones de Hawai.
Son varios los factores que
influyeron en esta salida masiva de población española: El predominio de la
pequeña propiedad, un sistema hereditario desigual, altas tasas de
analfabetismo, bajos niveles salariales y escaso desarrollo urbano e
industrial, pero fundamentalmente destaco la crisis agropecuaria de esos
momentos.
Mención especial se merece el más
de medio millón de personas que se vieron obligadas a abandonar España entre
1936 y 1939 debido a la Guerra Civil ,
que emigraron a Francia, Rusia, México, Argentina y otros países
latinoamericanos.
Entre 1945 y 1973. después de la II guerra mundial comienza el
periodo de movimientos migratorios intraeuropeos, caracterizado por el
reclutamiento de mano de obra de carácter temporal. La estrategia a seguir por
los países del norte era la contratación de extranjeros por un periodo de
tiempo determinado, para luego retornar a sus países, cosa que no siempre
ocurrió.
Los países elegidos por nuestra
población fueron: Alemania, Francia; Inglaterra y Suiza.
Los factores desencadenantes de
este fenómeno guardan relación con el desarrollo económico de los países del
norte, que demandaban mano de obra sobre todo poco cualificada.
Entre 1973 y 1985. La crisis del
petróleo del 73 desencadena una inestabilidad económica que hace restringir la
llegada a los países de nuevos trabajadores, por el cierre de fronteras y el
fomento del retorno de los extranjeros a sus países por la llegada del
desempleo a los países receptores y además en esa época España se convierte en
país receptor de inmigrantes.
INMIGRACIÓN
Entre los años 60 y 80 se da un
aumento significativo de la población extranjera en España triplicando su
presencia en 20 años aunque todavía no es un número elevado ya que no llega al
0,5 % de la población.
La mayor parte de los extranjeros provenían de
países europeos o latinoamericanos, por el asentamiento de jubilados en las
costas españolas y exiliados políticos de países latinoamericanos.
Todavía en esta etapa la
inmigración no constituye un hecho social. En 1985 se desarrolla la primera Ley
de Extranjería.
Desde 1986 hasta 1999: Aparecen
nuevas zonas de origen de la inmigración y con diferentes niveles
socio-económicos : África y en concreto Marruecos y los países de Europa del
Este y Asia.
Aparecen nuevas características
socio-culturales, nuevas religiones, nuevos rasgos fenotípicos.
Es una inmigración individual y
aparece cierta inmigración infantil, por una demanda de reagrupación de
familias.
Como consecuencia se producen
efectos en la estructura de la sociedad y también en la actitud de los
españoles.
Los factores que provocan el
denominado “efecto llamada” a nuevos
trabajadores tienen que ver con la reestructuración del mercado de trabajo
español y con el cambio que se produce en el nivel de exigencia de los
trabajadores autóctonos, que no cubren aquellos puestos que se consideran
pertenecientes a un mercado de trabajo de menor categoría.
Desde 1999 hasta la actualidad
aumentan las actividades que demandan trabajadores extranjeros y hay más
solicitudes de asilo. Esto hace que en el año 2007 se hayan llegado a superar
los 3,5 millones de personas extranjeras en situación regular., aunque las
cifras son más elevadas por la cantidad de personas que están en situación
irregular.
En este momento los países de los
que procede mayor número de personas son Marruecos, Rumania, Ecuador, Colombia
y Reino Unido que acuden sobre todo a Madrid Cataluña, Valencia y Andalucia.
En esta época reproduce la Institucionalización
de la Inmigración
en España como un hecho social o un problema social, por diferentes factores.
En España vivían a
principios de año 5,7 millones de extranjeros, un 12% de la población. Si se
incluyen en el cálculo los residentes nacionalizados, la cifra se eleva a 6,7
millones, un 14%. Pese a la excepcional rapidez e intensidad del fenómeno,
hasta ahora el flujo migratorio no ha sido fuente de conflictos sociales o
episodios xenófobos de especial gravedad. Pero la crisis y los recortes
económicos están minando rápidamente los principales cimientos de la
integración de los extranjeros: empleo y prestaciones sociales.
SITUACIÓN ACTUAL
El Instituto Nacional de
Estadística ha publicado un dato demoledor: Entre Enero y Septiembre de 2012
abandonaron España 420150 personas, de las que 54912 son ciudadanos nacionales
que buscan en otras tierras una alternativa a un país con un 24,6% de paro que,
directamente priva de trabajo a uno de cada dos jóvenes.
Esta cifra revela dos realidades
inquietantes. Por un lado, el hecho de que el 87% de los emigrados sean
extranjeros indica que España ya no es esa tierra prometida donde había trabajo
y bienestar social a la sombra de la burbuja inmobiliaria.
Por otra parte los datos dicen
que en estos meses han dejado su patria un 21,6% más de españoles que en ese
mismo periodo de 2011. Y en todas las comunidades autónomas se van más trabajadores
nacionales de los que entran. Porque : no hay trabajo, no hay visos
prometedores en el corto y medio plazo y hay que mirar de fronteras afuera para
trabajar y acumular experiencia.
El perfil del nuevo emigrante es
de lo más variado, aunque predominan aquellos con edad próxima a la treintena y
con estudios superiores. Algo muy alejado del prototipo de ciudadano humilde,
que protagonizó el éxodo en la mitad del
siglo XX. Ahora son arquitectos, médicos, periodistas, abogados o simplemente
personas con ánimo emprendedor que ven España como un territorio imposible para
la apertura de un negocio.
Entre los destinos ahora más
recurridos destacan Reino Unido, Francia, EEUU, Alemania u otros. En algunos
casos los letreros de bienvenida están a la vista, como en el caso alemán,
otros sin embargo, tienen miedo a la avalancha foránea: el gobierno británico
está analizando actuar contra el abuso
de movimiento de personas en Europa.
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